SALIDA A SÁSTAGO (ZARAGOZA), DÍAS 26 Y 27 DE octubre de 2013
Los días 26 y 27 de octubre, un grupo de nuestra sociedad, teníamos previsto hacer una salida a Sástago para cazar ciervos y jabalíes, junto con otros miembros de la colla que cazan en aquel pueblo, porque son de allí, pero también cazan con nosotros en Tartaréu, Fontdepou, etc. Alllí nos encontrariamos a José Manuel Palacios, Javier Jariod, Sebastian Yeste, Cristian Arruego, José Luis Latorre y otros. Echamos a faltar a Capri y Clemente Falo.
El día 25, pusimos rumbo a Sástago. Los primeros, Norberto de Sansimón y Paco Gamero. Después, Pepe Salcedo y Manolo Pereira, le siguieron Xavi Sañé, Mari Carmen y Pedro Berjillos, a quien acompañaba su compañera, Narcisa. Más tarde llegarían Angel, un invitado de Xavi Sañé y su compañera, Yolanda. Completaba nuestra expedición, Cristina, hija de Xavi y Mari Carmen que los acompaña asiduamente a todas las cacería. Palacios, como el año anterior, nos había reservado alojamiento en el Hostal Monasterio de Rueda de Sástago. Allí empezaron a llegar, Cristian, Javier Jariod, José Manuel, etc. Nos tomamos un “mandukiny” con ellos y a gestionar la cena. José Manuel, nos citó en su refugio de caza el día 27 a las 7,30 horas, para, desde allí, ir al refugio de caza de la Sociedad de Cazadores de Sástago, con quienes cazábamos el día 26.
En el refugio de la Sociedad de Cazadores de Sástago, toaríamos el desayuno y se haría el sorteo de los puestos. El desayuno, muy rico en colesterol, chocolate y alguna copichuela. Sorteo y todos en marcha. José Manuel nos dijo que no habíamos tenido mucha suerte en el sorteo, pero que por nuestra zona lo más fácil es que pasara algún jabalí. No fue así, entraron 2 ciervos que les tiró Mari Carmen y no los tocó. Casi no oíamos los tiros, pero a través de las emisoras nos estábamos enterando que la cosa no estaba del todo mal. Hacía bastante calor y teníamos las moscas como las acompañantes más molestas. A las 13 horas, tal y como estaba previsto, retirada. En el camino pudimos observar que algún ciervo era muy bueno. Ya tendríamos ocasión de comprobarlo en el refugio. Un par de cañas de cerveza bien frías y a comer. Embutidos, ensalada, huevos cocidos y un guiso de ciervo.
Mientras comíamos fueron llegando las piezas abatidas. En total cinco ciervos, dos de ellos muy buenos. Allí mismo se pusieron manos a la obra en el desolladero y, tras el café y las fotos de rigor, al Hostal a dormir una pequeña siesta. Por la tarde, tendríamos la oportunidad de ver el partido de futbol Barça – Madrid y, la cena, sería en el refugio de José Manuel. Agustín Chamizo estaba entusiasmado coordinando la cena.
Quedamos para vernos al día siguiente a las 7,30 horas para hacer la cacería del domingo día 27, no sin antes recodar que esa noche había cambio de hora. Los relojes se atrasarían 1 hora.
LA CACERÍA DEL DÍA 27 DE OCTUBRE COMENZÓ A LAS 7,30 H. DESAYUNANDO
Tras el desayuno en el refugio de José Manuel (Embutidos, migas, uvas y huevo frito), al puesto. Había que desplazarse hasta Escatrón. Nos toco seguir al colocador que nos asignó José Manuel. Un lugareño con coche verde. Imposible despistarnos. Le seguimos y nos fue dejando en los puestos que a cada uno de nosotros nos tocó en un sorteo que hicimos para nosotros. El primero, Pepe Salcedo, después, Manolo Pereira, Pedro Berjillos, Yolanda, Ángel, Paco Gamero, Norberto, Mari Carme y Xavi. Una vez todos colocados a esperar. No eran malos sitios. Nada más soltar perros las primeras ladran y los primeros disparos. Estos se fueron sucediendo a lo largo de la mañana, pero todos los animalejos se iban en dirección contraria a nuestras posturas. José Manuel se desesperaba y daba instrucciones a los perreros, pero como es lógico, los perros perseguían las piezas hacia donde estas escapaban. Siempre en dirección al río.
Se empezó a tener noticias, a través de las emisoras, que se estaban cobrando piezas, ciervos y jabalíes. José Manuel se desgañitaba a través de la emisora para que los perros se orientaran en dirección a los “catalanes”. Imposible, los animalejos se empeñaron en llevarle la contraria, o casi; pues a Pepe Salcedo le entraron varios. Los falló.
Se empezó a alargar la cacería y seguían saliendo bichos. Agustín Chamizo había cobrado uno, pero más pequeño de lo que había dicho en un principio. Pero bueno, había cobrado algo. Los demás, esperábamos la finalización de la cacería que se alargó un poco más de la cuenta. Gajes del oficio. Finalmente, cuando ya muchos estaban “salidos de tiempo”; orden de retirada. Se orientó hacia unas naves cerca del río. Allí fuimos pero, entre que algunos tenían prisas y aún había que recoger los animales abatidos, empezamos a despedirnos del grupo sin esperar la comida, ni hacer documento gráfico de los animales abatidos. Según nos enteramos después, se habían conseguido 5 ciervos y tres jabalíes. José Manuel pinchó una rueda de su coche y posteriormente rompió el embrague. Con ello se le redondeó el día al bueno de Palacios. Los “catalanes” pusimos rumbo a Catalunya y, unos comieron algo por el camino. Otros llegamos sin comer y los amigos de Sástago se quedaron con la comida hecha. Fuimos llamando y ellos lo habían entendido e incluso se sentían mal sin motivo alguno. Hemos amenazado con volver. Nos tratan demasiado bien como para desaprovechar la posibilidad. Gracias, amigos, sois únicos.