Cazadores Bisaura

Obra social de la caza

Obra social de la caza – Colla Vella de Maçanet

2023-11-14 Un árbol caído corta un camino forestal. Impide el paso de toda clase de vehículos: todoterrenos, bicicletas BTT, etc. e incluso de los servicios de emergencia como los bomberos, si fuera necesario.

Joaquín Mendoza «Quim» gosser de la Colla Vella de Maçanet de La Selva, corta el árbol caído y así se restablece la circulación por este camino forestal:

A la izquierda Manuel Romero, Jordi Serra (padre e hijo), Josep y Josep Serra. A la derecha Manuel Vilchez, Ángel, Alba y una amiga. Como podéis comprobar jóvenes de diferentes edades en un sano ambiente de camaradería porque los cazadores llevan a cabo una actividad social perfectamente aceptable, como la de cualquier otro colectivo.

Los padres, tanto si son cazadores como si no lo son, deberían fomentar la caza como deporte y como actividad social para sus hijos. Los jóvenes cazadores tienen que ser sanos de cuerpo y de mente y no pueden compartir la caza con costumbres perniciosas para su salud, como las fiestas nocturnas, las drogas, el alcohol y otros tóxicos. Como que se tienen que levantar muy temprano para ir a ver por dónde ha pasado el jabalí durante la noche no pueden haber ido a dormir tarde la noche anterior. El manejo de armas tampoco es compatible con el aturdimiento que producen las sustancias psicotrópicas.

Encuentro gastronómico de cazadores y familiares

La caza es una actividad social como la que pueden practicar otros colectivos, hay quien va al bar a jugar a cartas o al dominó y los cazadores se reúnen de otra manera. Otros colectivos tienen aficiones menos sanas y más perjudiciales para la comunidad, como los jóvenes que se reúnen para practicar el botellón o las familias que pasan horas y horas en el coche para salir de la ciudad. Los cazadores practican una actividad social sana, al aire libre, en buen compañerismo, a menudo con exhibiciones gastronómicas de los distintos orígenes de los que se encuentran, como las migas de Pepe, y siempre de buen humor. El colectivo de los cazadores dedica muy poco tiempo a lo que son propiamente las cacerías y mucho a la camaradería y al cuidado de sus perros, de las fincas donde cazan, de su material, etc.. Para el cazador, el perro, es lo más importante: hay cazadores que practican la caza sin armas, por el puro placer de ver a su perro trabajando en el campo tras de un rastro o haciendo una muestra a una perdiz o una becada.

Los cazadores dedicamos más del 80% de nuestro tiempo de promedio a actividades de tipo social, medioambiental y de protección del entorno natural y al cuidado de nuestros animales, los lances cinegéticos que tanto preocupan a los animalistas, ocupan tan sólo entre un 10 y un 20% de nuestra actividad. Además no todos los cazadores pueden participar de las cacerías todos los días, en cambio todos ellos siguen teniendo actividades sociales, cuidando de sus perros, disfrutando de la naturaleza…

Quim, Manuel y Ángel disfrutando de un almuerzo en sana compañía

Cuidado del medio ambiente

Los cazadores son los únicos que van al bosque, con permiso de los propietarios y pagando. Todos los demás usuarios de los montes: ciclistas, motoristas, boletaires, recolectores de castañas, de ramas de lentisco, etc. entran en una propiedad privada (el 89% de los bosques en Catalunya es de titularidad privada) sin permiso del dueño, para disfrutar de lo que encuentran en el bosque y no pueden encontrar en su casa y sin la más mínima compensación para el propietario.

En cambio los cazadores debemos obtener (y pagar) permiso de los propietarios para ejercer nuestra actividad, pero no es sólo ésto: además los cazadores limpian el monte, arreglan los senderos, hacen trabajos para prevenir la erosión y los incendios forestales, cuidan de los manantiales, las fuentes y las balsas, etc.

Adversarios poderosos

Los funcionarios de las Administraciones, y los animalistas, están en las ciudades: la moderna ecología es un fenómeno reciente y urbano que la gente del medio rural ya practicábamos hace siglos.

Pero además no hay actividad legal más controlada y más cara que la caza: además de pagar al propietario de los terrenos en los que cazamos, los cazadores debemos pagar por la licencia de caza, por el permiso de armas, por el seguro, por la licencia federativa, por el uso de las emisoras, etc. La caza es una actividad legal en España que reúne a más deportistas federados que el fútbol. Pero no tiene ninguna ayuda de las administraciones antes por el contrario se ve sometida a la presión de la Guardia Civil, de los Forestales,… y de los animalistas! Recientemente dos vehículos de compañeros de la Colla Vella de Maçanet han sido vandalizados mientras practicaban una actividad perfectamente legal por parte de algunos intolerantes.

Las organizaciones animalistas cuentan con el soporte de las administraciones y de los medios de comunicación y dan una idea tergiversada de la función social de la caza

https://beteve.cat/medi-ambient/vintena-entitats-reclama-ajuntament-aturar-caca-senglars/

En este artículo una veintena de entidades reclama al Ayuntamiento que se prohiba la caza del jabalí de forma urgente.
Exigen una gestión «ética» de la población de jabalíes y  optar per la immunocontracepción para reducir la superpoblación, cuando los cazadores hemos podido comprobar la inutilidad de estas medidas porque hemos visto jabalinas con el crótalo en la oreja que demostraba que habían sido tratadas con contraceptivos y que llevaban una decena de rayones.

Accidentes de tráfico

El número de accidentes de tráfico debidos a atropellos de fauna salvaje se ha incrementado en los últimos años. Además los daños causados a personas y vehículos han sido más graves porque la mayor parte de las colisiones han tenido lugar con jabalíes que tienen una masa considerable.

Las compañías aseguradoras y reaseguradoras de vehículos tienen su mayor aliado en los cazadores porque si no controlaran la población de jabalíes todavía habría más accidentes y de consecuencias más devastadoras.

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