El domingo, día 11 de marzo de 2018, decidimos cazar la Serra de Comallonga. En principio, contábamos con 4 rehala de perros; Xavi Sañé; Miguelet; J.M. Palacios y Javier Jariod. Ante esta atractiva presencia de perros, se animó bastante gentes. En total nos juntamos 19 paradas; en principio, suficientes para tapar el cazadero. Colocarían Paco Gamero; Manolo Pereira; Xavi Sañé y Jaume del Negre. A las 9,30 horas, tras el sorteo de paradas, todos en marcha. A las 10,15 orden de soltar perros.

El perro de Germán García guarda los «achiperres» de su dueño
A los pocos minutos de soltar, los perros de Javier Jariod encontraron los primeros rastros y salieron ladrando frenéticamente. Javier, a través de la emisora se desgañitaba gritando ¡¡Al tanto!!, van hacia el Barranc Salat!!!. Cuatro, cinco, siete,..ocho!!!. Las emisoras echaban humo alertando a los puestos que estaban en aquella dirección. El día empezaba bien.
Se empezaron a escuchar los primeros disparos y, así seguimos casi toda la cacería hasta que los perros se rindieron por el cansancio. Cobraron su jabalí Pepe Salcedo; Miguelet, German García, Fernando Rodriguez, Paulino Ciligueta, … En total 6. Consiguieron burlar las paradas o burlar los disparos otros 10 o 12. Resultó una gran cacería.
Para ayudar a cansar los perros, también saltaron un buen número de corzos. A estos ya no se les puede tirar, quizás ellos lo saben y, por eso se burlan de nosotros y de los perros.
Sobre las 13,30 horas, a través de la emisora, Miguelet informaba que sus perros ya no cazaban debido al cansancio. Xavi Sañé también corroboró esta apreciación al igual que J.M. Palacios. Decidieron poner rumbo a sus respectivos remolques y si en el camino se encontraban algo, intentarían sacarlos hacia las paradas.

Jabalí cobrado por Fernando Rodríguez
Germán García cobró este jabalí, que su perro también lo cuida, con menos cariño que a sus «achiperres»
Sobre las 14 horas, punto final a la cacería. Ahora quedaba la taréa más difícil para los perreros: Recuperar los perros que habían salido del cazadero tras el rastro de alguna pieza. Algunos, según detectaban sus GPS, estaban a más de 2 Km. de distancia.