El día 21 amaneció lluvioso. El primero en padecer las inclemencias del tiempo fue Paco Gamero que decidió ir andando hasta el local social. Allí estaban unos cuantos “valiente”. Muy pocos. 8 en total. No parecía que mejorara el tiempo. Había que tomar decisiones.
La primera fué encargar el desayuno a Miguel “Canut”. O mejor dicho, a Olga, su mujer. Placi se rindió y se despidió hasta dentro de 15 días. Los demás, a lo nuestro.
Teixidò, Miguelet, Marc, Fernando Rodríguez, Manolo Pereira, Pepe Salcedo y el “Romano”, esperan el desayuno. Paco Gamero hacía la foto.
He aquí los dos huevos fritos que le sirvieron a Paco Gamero, con su trozo de panceta. De coña.
Una vez acabado el ágape, a las 10,30 horas, este era el aspecto del día. No se puede desaprovechar, dijo alguien. Y Manos a la obra. Éramos 8. Nos colocamos 7 y soltó Marc. En una hora, más o menos, tendríamos hecho el “ganchillo”.
No salió nada. Sólo una zorra que se metió en su madriguera y así se acabó la historia del intento de la octava cacería. Y decimos “intento” porque no salió nada. Si llega a salir algo y lo cobramos, le hubiéramos puesto los dientes largos a más de uno.